Demasiadas veces se utilizan los términos “obra maestra” o “clásico” para definir un disco. Pero si alguna vez estos u otros calificativos han estado justificados, es justamente para describir obras como Songs In The Key Of Life, el trabajo más completo, creativo y abrumador del gran Stevie Wonder, junto a Marvin Gaye, el gran responsable de que la música popular de raíces negras alcanzara su mayoría de edad expresiva en los años setenta, década en la que su inmenso caudal creativo alcanzó su máximo esplendor.
Tras dejar atrás un período de incipiente éxito como artista juvenil en los sesenta, Stevie Wonder alcanza con el cambio de década una deliciosa y exhuberante madurez que le lleva a grabar discos imprescindibles como Music Of My Mind o Talking Book, puro néctar de raíz negra que toma su definitiva e impresionante dimensión en otra obra mayestática: Innervisions. Pero es sin duda Songs In The Key Of Life el álbum definitivo de la obra de Stevie Wonder. Todos los terrenos y palos que el músico ciego había explorado con anterioridad se encuentran en este doble disco maratoniano, y con unas dosis de creatividad e imaginación corregidas y aumentadas.
A partir de la introspección y la exploración de las visiones interiores de su alma de artista, Wonder agita la conciencia social de sus hermanos de raza, tal y como antes lo había hecho Marvin Gaye, y apuesta por realizar un admirable canto a la negritud envuelto en jirones de la mejor música negra que nunca se haya grabado y publicado. El soul, el godspell, el funk, el jazz... Ningún género escapa a la visión personal y personalista del genio de Michigan, que realiza todo un alarde compositivo y también interpretativo, pues él mismo es el encargado de tocar prácticamente todos los instrumentos que suenan en el disco, tal y como había hecho en anteriores trabajos, y tal como años después haría Prince en un intento de emular, que no alcanzar, la grandeza y la genialidad de Stevie Wonder.
Ya desde las primeras notas del disco, iniciado con el tema Love´s In Need Of Love’s Today, el oyente se da cuenta de que está a punto de asistir a una escucha que puede cambiar su vida. La magia rezuma por todos los poros y notas del doble álbum, magia que alcanza sus conjuros más poderosos en canciones como Pastime Paradise, Ordinary Pain, Joy Inside My Tears, If It’s Magic o Another Star, composiciones en que la fibra sensible del oyente es estrujada y fragmentada de manera que resulta casi dolorosa. Tampoco faltan en el álbum temas más epidérmicos que se convirtieron en singles de éxito y que aún hoy resultan perfectamente reconocibles por el gran público, como es el caso de I Wish, Sir Duke o Ist’n She Lovely, canciones que han pasado a formar parte del imaginario colectivo y que deberían estar en cualquier resumen o recopilación sobre música popular que se precie de una mínima seriedad. Y todo esto, además, vehiculado a través de una instrumentación abigarrada y colorista y, sobre todo, catalizado por una voz en estado de gracia que es ébano puro, un prodigio de la naturaleza cuya capacidad para emocionar alcanza cotas casi imposibles de igualar.
Decir que Songs In The Key Of Life es un pedazo de disco es quedarse muy, muy corto. Es un mundo en sí mismo, un punto y aparte imitado y fotocopiado sin piedad, pero a salvo de plagios mediocres gracias a su tremenda capacidad para permanecer en el tiempo fresco e inmaculado. ¿La obra cumbre de la música popular negra? Pues sí, me atrevo a decirlo. Así que no te pierdas este regalo de los dioses por nada del mundo. Ni yo ni tú mismo podrías perdonártelo.
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