Capítulo final de este serie de entradas dedicadas a los primeros años del rock'n'roll. Años de ilusión, de rebeldía, de mirar hacia adelante creyendo que jamás volveríamos la vista hacia atrás. Y no obstante, pasados los primeros años de fervor rocanrolero, el nuevo estilo musical comenzó a presentar fallos en su flamante motor y a mostrar una innegable decadencia artística y comercial. Las causas fueron diversas. Por un lado, la inmisericorde sobreexplotación de sus principales figuras, empezando por el mismo Elvis, obligadas a obtener hit tras hit y pulir su rebelde imagen en aras de una supuesta aceptación por parte del público mayoritario. Por otra parte, la irrupción en escena de una generación de jóvenes imberbes y repeinados (Frankie Avalon, Ricky Nelson, Fabian, Paul Anka, Pat Boone, Bobby Vee y demás supositorios) destinados al consumo teenager y mucho más aptos para agradar a cualquier padre de familia norteamericana con unos gramos de metralla en una pierna fruto de la campaña de Corea y un par de automóviles en el chalet "endosado". Eran tan guapos...
Más cosas. A finales de los años 50 también proliferaron los llamados "grupos de chicas", combos inconsistentes de amables voces femeninas, principalmente negras, hábilmente manipuladas por las compañías y los estudios, que arrinconaron al rock´n´roll como género comercial y vendedor por excelencia. Y la tumba definitiva: algunos años después surgen en Liverpool cuatro chavales flequillosos que proponen nuevos parámetros rápidamente capturados y ensalzados por la juventud mundial. Los Beatles habían llegado, se inventaban el beat y el pop y, de repente, el rock´n´roll pasó a ser parte del pasado.
Y no es que (dejando a un lado a los monstruos sagrados de sus inicios) no hubiera gente interesada en seguir reproduciendo los viejos sonidos de los 50´s. No era eso, no. Y ahí están los casos de muchos seguidores del bueno y viejo rock que a lo largo de los años y las décadas sublimaron sus fantasías infantiles emulando a sus ídolos; Robert Gordon, Crazy Cavan, Sleepy La Beef, Chris Speeding, Matchbox, Stray Cats, Los Lobos, el psichobilly con The Cramps al frente, el guasón de El Vez ...
Y, por supuesto, la pequeña aportación española: Loquillo y Los Rebeldes. Y poco más. Al rock´n´roll primigenio, como a todo en esta vida, se le pasó su momento, aunque por el camino dejó una impronta incomparable; nada más y nada menos que el honor de haber sido el género musical que más puertas ha abierto en todo el siglo XX y cuyos vástagos (innumerables como gotas en el océano) siguen reproduciéndose y mutando para dar a luz a descendientes cada vez más numerosos y diferenciados. Larga vida al rock´n´roll.
He recorrido mucho camino desde los días en que lavaba coches;
llegué a donde dije que llegaría y ahora tengo la seguridad
de que realmente no he llegado del todo; así que creo que empezaré de nuevo:
me colgaré la guitarra a la espalda y nunca miraré atrás.
Nunca seré más de lo que soy, y tú ya debes saberlo;
soy simplemente el hombre de la guitarra.
(Guitar Man, compuesta por Jerry Reed y cantada por Elvis Presley)
llegué a donde dije que llegaría y ahora tengo la seguridad
de que realmente no he llegado del todo; así que creo que empezaré de nuevo:
me colgaré la guitarra a la espalda y nunca miraré atrás.
Nunca seré más de lo que soy, y tú ya debes saberlo;
soy simplemente el hombre de la guitarra.
(Guitar Man, compuesta por Jerry Reed y cantada por Elvis Presley)
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