London Palladium, Londres, octubre de 1976. Un Marvin Gaye de treinta y siete años de edad está apunto de salir a un escenario inglés en una década. No se prodiga mucho Marvin Gaye para dar recitales, pues lo suyo es música para ser escuchada en la intimidad, solo o acompañado. Sin embargo, Gaye también es capaz de cubrir con un velo de terciopelo a una audiencia ávida de su música. Y eso es lo que va a suceder en el célebre teatro londinense esta noche. Marvin Gaye es uno de los artistas afroamericanos más comprometido socialmente. También uno de los más románticos y sensuales. Esta improbable combinación, nada sencilla de conseguir, es fruto de un talento desmesurado y una voz de oro capaz de acariciar mientras denuncia injusticias sociales y llama al alzamiento moral entre la población negra. Justicia, igualdad, amor, erotismo… son todos ellos mimbres con los que Gaye confecciona su soul intimista, sus canciones de doliente transversalidad.
Buque insignia del sello Tamla Motown, junto a Stevie Wonder y Smokey Robinson, Marvin Gaye es uno de los cantantes y compositores de música negra más determinantes del siglo XX. Casado con la hija de Berry Gordy, el propietario del sello, Gaye comenzó como oscuro compositor de reparto para solistas y grupos a principios de los años sesenta. Unos años más tarde, inició su propia carrera en la misma discográfica alternando discos en solitario con dúos torrenciales con diversas cantantes de la Tamla, entre los que destacaron los realizados junto a Tammi Terrell. Precisamente la muerte de Tammi Terrell supuso un enorme mazazo para Marvin Gaye, quien poco después publicaría What’s Going On, su disco más aclamado y reivindicativo, al que seguirían otras obras maestras como Let’s Get It On o Midnight Love. Siempre basculando entre el compromiso social y la alabanza al amor carnal, Gaye se convirtió por derecho propio en un referente ineludible de la música de los años setenta, posición que ya no abandonó hasta su trágica muerte en 1984 a manos de varios disparos efectuados por su propio padre.
En el concierto que en octubre de 1976 Gaye realizó en el London Palladium, el cantante realizó un espléndido repaso a toda su trayectoria. De la mano de una banda compacta y engrasada, Gaye se sumerge en sus hits de los años sesenta, bucea en la indeleble huella dejada por su álbum What’s Going On, y nada entre las burbujeantes olas de temas mágicos e inmortales como el propio Let’s Get It On, Distant Lover o Trouble Man. A caballo entre el mesianismo racial y las historias de alcoba, la música y la voz de Marvin Gaye sobrevuelan el teatro para recordarnos que estamos ante uno de los grandes. Nada más y nada menos que el mejor y más completo cantante de soul de todos los tiempos.
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