En estos días se ha hecho público un anuncio que a muchos fans acérrimos de Jimi Hendrix les sabrá a gloria, pero que a muchos otros seguidores de su música (entre los cuales me cuento) les dejará una sensación de mosqueo y hasta de indignación en el cuerpo de varios grados en la escala Richter de “a-mí-me-la-vais-a-dar-con-queso”. ¿Qué es lo que ocurre? Muy fácil: Sony Music y Experience Hendrix (la empresa que gestiona los derechos del genial guitarrista) anuncian a bombo y platillo la publicación en el próximo mes de marzo de un álbum “inédito” que contendrá doce temas grabados en estudio en 1969 y que nunca antes habían visto la luz. ¿Cómo? ¿Inédito? ¿Y dónde estaban esas grabaciones? ¿En el fondo del mar, matarile, rile, rile? ¿En los almacenes de Sony, perdidos entre descartes y material nunca utilizado?
¡Ah, no! Que es que las cintas debían de estar en la sonda Vogayer para que los alienígenas supieran cómo sonaba el bueno de Jimi, y tras darse un garbeo por el sistema solar (por eso el flamante artefacto discográfico se llamará Valleys Of Neptune), una nave nodriza procedente de Orión o Alfa Centauro ha encontrado las cintas y como buenos samaritanos sus tripulantes las devuelven a… vamos a ver, ¿quién gestiona Experience Hendrix? ¡Anda, si es Janie Hendrix, la hermana del mítico guitarrista zurdo!
Y la hermanísima, además, se descuelga con algunas perlas de cosecha propia que a mi entender no tienen desperdicio alguno. Ahí van: “Para mi hermano Jimi, el estudio era su casa”. Sí, su casa de campo; será por eso que en toda su carrera apenas publicó en vida tres discos de estudio y el resto son retales y fragmentos dispersos con los que en los cuarenta años que va a hacer de su muerte se han publicado no pocos discos a los que se añadían músicos de estudio y filigranas tecnológicas sin cuento. Otra perla de la señora Janie: “Valleys Of Neptune demuestra que Jimi era tan innovador en el estudio como con la guitarra”. Bueno, no sé qué narices haría Jimi en el estudio si no era tocar la guitarra, pero no me lo imagino “innovando” sentado a los controles de la mesa de grabación. Ah, y sobre el pretendido “repertorio inédito”, nada de nada. ¿O es que hay algún seguidor de Hendrix que no tiene tropecientas versiones de Bleeding Heart, Sunshine Of Your Love, Hear My Train A Comin, etc.?
Total, que aquí huele a muerto. Y el tufo se extiende, no te creas. Resulta que en paralelo a la edición del CD, se pondrá en marcha una especie de gira-homenaje al guitarrista bautizada como Experience Hendrix Tour 2010, cuarta edición de esta gira bienal que recorrerá 17 ciudades estadounidenses y cuyo staff está compuesto por gente como Joe Satriani, Living Colour o Eric Johnson, entre otros. Luego la industria se queja de que hay crisis y no se venden discos, a pesar de que intenta continuamente tomar el pelo a los sufridos seguidores musicales con montajes y operaciones necrológicas de dudoso gusto como esta. No importa, ya estamos acostumbrados a que de tanto en tanto los ángeles caídos del rock de los años 60 se nos reaparezcan periódicamente para que los propietarios de sus derechos intenten salvar sus menguantes cuentas corrientes. ¿Crisis, qué crisis?
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