Hoy, 30 de abril, y tras dos años de silencio, Iggy Pop and The Stooges ofrecerá un concierto único en la Sala La Riviera de Madrid con un aforo muy limitado. El concierto se produce algo más de un año después de la muerte de su legendario guitarrista, Ron Asheton, en enero de 2009. La nueva versión de The Stooges cuenta con la (re) incorporación del que fuera guitarrista del grupo desde 1971 hasta 1974 (la época de Raw Power), James Williamson, que también acompañó a Iggy Pop en algunos álbumes en solitario como Kill City o New Values. Por otra parte, esta misma semana, Iggy & The Stooges han pasado a engrosar las filas del Rock & Roll Hall Of Fame de Nueva York, y también se oyen rumores sobre la posibilidad de un nuevo disco de estudio.
Un buen momento para rememorar el segundo álbum de la banda, Funhouse (1970), proclamado uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos. Una obra no excesivamente conocida por el gran público, pero de esas que crean verdadera adicción, una joya que la crítica especializada y el paso de los años han elevado a la categoría de legendaria. Si reuniéramos a 50 críticos musicales de todo el mundo, y se les propusiese hacer una lista con los diez discos más importantes de la historia del rock, buena parte de ellos incluiría Funhouse, el disco más venenoso, furibundo y violento publicado por The Stooges.
Tan sólo siete canciones configuran el disco. Y la mayoría de ellas todavía siguen siendo piezas fundamentales de cualquier concierto actual de Iggy Pop y su banda. Down On The Street, Loose, TV Eye o Dirt suenan hoy en día tan malsanas y desafiantes como en 1970. Y otras piezas del disco, como la delirante y cacofónica L.A. Blues o la pieza que da nombre al álbum, siguen siendo un auténtico torbellino de sensaciones extremas, en ocasiones formalmente cercanas al free-jazz bajo el tratamiento de un rock visceral y desatado. Sin embargo, las ventas no acompañaron al disco. Ni la discográfica ni nadie sabía muy bien qué hacer con aquel artefacto incendiario en forma de música rock que hoy (bueno, hace ya muchos años) es parte de la historia.
¿Qué no lo has oído nunca? Pero, bueno, ¿en qué mundo vives? Nada, agénciatelo, ponte el cinturón de seguridad y prepárate a disfrutar de un viaje alucinante al rock más extremo, furibundo, radical y provocativo que jamás se haya grabado. Te auguro una verdadera experiencia que tardarás en olvidar.
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