Patti Smith causó una verdadera conmoción cuando se publicó Horses, su primer álbum. Su explosiva mezcla de rock, poesía y capacidad visionaria, amén de su condición femenina, hizo que rápidamente se le colocara una etiqueta que todavía hoy en día arrastra: la de musa del punk. No obstante, la trayectoria artística de Patti Smith es cualquier cosa menos ortodoxa. Antes de publicar Horses con 29 años ya cumplidos, Patti Smith había sido actriz de teatro, escribía poesía y artículos musicales en varias revistas, y se proclamaba fan irredenta de la música de Bob Dylan, The Rolling Stones, The Velvet Underground y The Doors. En cuanto a sus preferencias poéticas, Rimbaud y Baudelaire ocupaban un lugar destacado.
Durante la primera mitad de los setenta, ya trasladada a Nueva York, Patti Smith ofrece numerosos recitales poéticos: homenajes a sus poetas favoritos y versos propios nacidos de un desgarro interior que, no obstante, siempre tenía el arte como coartada creativa. Su amor por la música rock hace que finalmente decida formar un grupo para trasladar sus visiones literarias a un formato musical capaz de trascender el limitado circuito en el que hasta entonces se movía. Patti se rodeó de un grupo de fieles acólitos que fue bautizado como The Patti Smith Group, en el cual destacaban los guitarristas Lenny Kaye e Ivan kral. Para la grabación de Horses, publicado en 1975, también contó con la inestimable ayuda de la producción de John Cale y las aportaciones instrumentales de Tom Verlaine y Allen Lanier.
Horses es un disco visceral, casi hormonal, una auténtica montaña rusa de sensaciones extremas, un trabajo que formalmente abarca desde el rock desbocado y eléctrico hasta el intimismo doliente. Temáticamente, el álbum está repleto de declaraciones de intenciones, narraciones en carne viva, poesía eléctrica libre de ataduras e imágenes sacadas de las más oscuras pesadillas de su autora. Contundencia y lirismo se dan la mano en una obra diferente a todo lo que se hacía por aquel entonces. Temas como Gloria, Redondo Beach o Free Money son formalmente lo más cercano al rock, aunque sus letras hablen de virilidad andrógina o del suicidio cometido por un amor lésbico no correspondido. A su vez, las canciones más heterodoxas son también, a la larga, las más impactantes; Birdland es una extensa elegía que narra el funeral del psicoanalista austriaco Wilhelm Reich, mientras que Land es una torturada visión plagada de alucinaciones, sangre y sexo.
Otro valor añadido del disco es que era una gloriosa y desinhibida intromisión en un mundo dominado por los hombres. Patti Smith introdujo en el universo del rock asuntos como la menstruación, los arrebatos místicos o los complejos de inferioridad que muchas mujeres suelen padecer en un mundo creado por y para hombres. En definitiva, reinventaba un lenguaje añadiendo ítems y entradas que nunca antes habían estado expuestas a la luz pública con tanta crudeza y sinceridad. Tras el éxito cosechado por Horses, Patti Smith continuó su carrera hasta su retirada de la vida pública tras su matrimonio con el también músico Fred Smith. La muerte de éste último hizo que volviera a grabar y actuar, aunque no es probable que pueda superar el impacto de su primer álbum, probablemente la más sublime obra maestra de la fusión de rock urbano y poesía maldita de la historia. Ella consiguió hacer de algo sucio, feo y perverso toda una obra de arte de extrema y cruel hermosura. Como muestra, un botón; un fragmento de su hiriente y lírica poesía musicada, una hermosa víscera procedente de una de sus más altas cotas creativas, Birdland:
Su padre murió y le dejó una pequeña granja en Nueva Inglaterra.
Los oscuros coches fúnebres abandonaron el cementerio
Y el chico se quedó allí, solo, mirando el brillante tractor rojo.
Él puso su cabeza en el hueco de su brazo y comenzó a conducir,
A conducir hasta el vientre de un barco,
Y el barco comenzó a deslizarse, y él viajaba en su interior.
Y vio a su padre tras la mesa de control, derramando cuentas de luz,
Vio a su padre tras la mesa de control, y fue muy diferente esa noche
Porque él ya no era humano.
Y entonces el rostro del chico brilló con desnuda alegría
Y el sol ardió alrededor de sus párpados y sus ojos fueron como dos soles.
Párpados blancos, ópalos blancos, viéndolo todo un poco más claro.
Él miró alrededor y ya no había ningún barco negro a la vista
Ni oscuros coches fúnebres, nada excepto una oscuridad de azabache.
Y se arrodilló, miró hacia el cielo y gritó
“No, papá, no me dejes aquí solo,
Llévame contigo, papá, hasta el vientre de tu barco,
Ir en su interior mientras se desliza,
A donde no eres humano, no eres humano”
Los oscuros coches fúnebres abandonaron el cementerio
Y el chico se quedó allí, solo, mirando el brillante tractor rojo.
Él puso su cabeza en el hueco de su brazo y comenzó a conducir,
A conducir hasta el vientre de un barco,
Y el barco comenzó a deslizarse, y él viajaba en su interior.
Y vio a su padre tras la mesa de control, derramando cuentas de luz,
Vio a su padre tras la mesa de control, y fue muy diferente esa noche
Porque él ya no era humano.
Y entonces el rostro del chico brilló con desnuda alegría
Y el sol ardió alrededor de sus párpados y sus ojos fueron como dos soles.
Párpados blancos, ópalos blancos, viéndolo todo un poco más claro.
Él miró alrededor y ya no había ningún barco negro a la vista
Ni oscuros coches fúnebres, nada excepto una oscuridad de azabache.
Y se arrodilló, miró hacia el cielo y gritó
“No, papá, no me dejes aquí solo,
Llévame contigo, papá, hasta el vientre de tu barco,
Ir en su interior mientras se desliza,
A donde no eres humano, no eres humano”
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