miércoles, 4 de febrero de 2009

CUANDO TODO EMPEZÓ (IV)


El cuarteto de ases formado por Bill Haley, Little Richard, Chuck Berry y Elvis pronto trajo a la palestra a un buen montón de seguidores, imitadores, buscavidas y listillos que querían probar suerte en esto del rock´n´roll. A la mayoría se los llevó el más negro de los olvidos, pero otros consiguieron subirse al nuevo carro y convertirse en nuevas leyendas de la música popular del sigloXX.

De todos estos rockeros de segunda ola el más conocido es sin duda Jerry Lee Lewis, más conocido como The Killer por sus impresionantes prestaciones vocales y pianísticas. Jerry Lee siempre tuvo ínfulas de megaestrella, y lo cierto es que a punto estuvo de conseguir ser nombrado como tal gracias a canciones como Great Balls Of Fire, Whole Lotta Shakin´ Goin´ On, High School Confidential o Breathless; sí, Jerry era todo un showman, un rocker indomable que golpeaba y hacía crujir su piano con cualquier parte del cuerpo y que aullaba enfebrecido sus cánticos de rebeldía y juventud. Pero se topó en su carrera con un Elvis imparable y con diversos problemas legales que le apartaron del primer plano de atención e hicieron que poco a poco se fuera escorando en los 60´s más hacia el country y el soul.

El flaco y gafudo Buddy Holly fue otro de los componentes de la segunda oleada de rock´n´roll de la segunda mitad de los años 50. Su fugaz carrera, trágicamente interrumpida el 3 de febrero de 1959 a causa de un fatal accidente aéreo, fue un modélico ejercicio de innovación y frescura que empezó en 1957 con la publicación de That´ll Be The Day, al que siguieron otros temas como Peggy Sue, Rave On o Early In The Morning. Holly y su banda, The Crickets, supusieron un salto adelante en las formaciones de grupos de rock, siendo la semilla del formato de los grupos de pop de la década siguiente, de entre los cuales The Beatles siempre se declararon convictos y confesos de admirar al delgado tejano.

Eddie Cochran fue otro insigne rockero de trágico fin. En abril de 1960 el taxi donde viajaba se estrelló causándole la muerte después de convertirse en un nuevo ídolo de masas y ser proclamado como uno de los mejores guitarristas de rock´n´roll de aquellos años. Tras unos pasos iniciales en el mundo de la música junto a Jerry Capehart bajo el nombre de Cochran Brothers, Eddie saltó a la fama de la mano de Summertime Blues, un éxito absoluto al que siguieron C´mon Everybody, Something Else o Three Steps To Heaven. De carácter serio y apacible, Cochran dejó un escaso aunque fértil legado que ha sido convenientemente expoliado a través de los años para mantener viva su leyenda.

Otro caso de mala suerte es el de Gene Vincent, uno de los primeros malditos del rock´n´roll. Su aspecto físico, su carácter rebelde, su look sombrío, y diversos accidentes de tráfico (sobrevivió a todos ellos, incluido el que acabó con Eddie Cochran, que viajaba en el mismo vehículo que él), impidieron que su nombre brillara a la misma altura que el sus coetáneos, a pesar de dejar para la historia momentos imborrables como Be-Bop-A-Lula, Bluejean Bop, Race With The Devil o Yes I Love Yoy Baby. Fuera ya de los circuitos comerciales durante los años 60, Vincent moría en 1971 víctima de una cirroris tras sufrir varias crisis depresivas.

Moraleja: el rock y el éxito no perdonan.

Continuará

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