jueves, 29 de enero de 2009

REFLEXIONES DESDE EL OTRO LADO


Leo en La Vanguardia de hoy un artículo dedicado a los artistas muertos, y a lo rentable que puede ser para la industria el deceso de un actor, un escritor o un músico. En el caso del rock, la leyenda de la música popular está repleta de relatos trágicos, de fábulas protagonizadas por juguetes rotos, por músicos que no supieron digerir sus días de gloria. Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Ian Curtis, Kurt Cobain... y tantos más. Tragedia, drama, estupidez, depresión, debilidad... El cielo del rock’n’roll está poblado por muchas almas que murieron jóvenes y que no dejaron más rastro de los motivos de su triste inmolación que el que se puede desentrañar en sus canciones y en cuatro hitos puntuales de su biografía.

Este 2009 se cumplen... ¡40 años! de la muerte de la Santísima Trinidad del rock de los sesenta: Jones, Hendrix y Joplin. ¿Cuantas reediciones de los discos de Jimi Hendrix han visto la luz desde entonces? ¿Cuantas profanadores de tumbas han rebuscado entre los despojos artísticos de todos ellos, buscando lucrarse fácilmente gracias a la nostalgia de sus seguidores? ¿Cuantos discos de Nirvana hay en el mercado, cuando en vida de Kurt Cobain la banda apenas publicó cuatro, incluido un directo? ¿O de Joy Division, que apenas editó dos álbums antes de que Ian Curtis se ahorcara en la cocina de su casa?

Pero el panteón de dioses del rock and roll fenecidos sigue creciendo día a día, y lo seguirá haciendo. En 2008 nos dejaron Bo Diddley, y Rick Wright, el teclista de Pink Floyd, hace escasos días Ron Asheton, guitarrista de The Stooges, y la lista no hará sino aumentar. Mirad la edad de algunos de ellos: sesenta, sesenta y cinco, setenta... Cualquier día, nos levantaremos y veremos en los periódicos que nos ha dejado Mick Jagger, o Lou Reed, o cualquier otro veterano con cuya música hemos crecido y aprendido a sentir y amar. Y un pequeño trozo de nosotros se necrosará, y ya no esperaremos ningún nuevo disco suyo, ni otro concierto que les traiga a nuestra ciudad. Se habrá acabado. Un pedazo de nuestra juventud, quizá incluso de nuestra infancia, se habrá ido con ellos. Y lo lloraremos poniendo sus viejos discos, pasando las yemas de nuestros dedos por las ajadas portadas de sus vinilos, que no hemos osado tirar ni vender por pura nostalgia, aunque tengamos esas mismas canciones en CD y en mp.3.

Menuda putada.

1 comentario:

  1. Hola la lista por desgracia acaba de crecer,llevo varios dias mirando pero veo que tu sabiduria en toda la historia musical ,frena mi capacidad a escribirte algo,pero yo que ando entre the shadows y la movida madrileña...vi que te paraste en medio con Jimi hendrix y su descubridor pete Townsendy me ha parecido un momento perfecto para decirte lo bien que escribes y cuanto sabes de toda la musica,ayer murio el teclista que aun tocaba en la banda Lynyrd Skynyrd,Billy Powell uno de los miembros fundadores....pronto hara años de la de Bon Scott....asi es la vida...pero la musica no muere,ni siquiera el vinilo,muchas felicidades por el blog...recibe un abrazo de tu hermano Pedro

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